En Chile no existe libertad de prensa

Las verdades que no se dicen...
Martes 2 de abril de 2019	Cultura	Volver a la página principal

Me siento ante el televisor en búsqueda de información. A ejercer ese derecho humano de alimentarme con acontecimientos que me permitan tomar decisiones correctas y descubro que estoy ante una cadena nacional que tiene por objeto... desinformar.

La televisión chilena es terriblemente tendenciosa. funciona en base a dos grandes enunciados: el primero es: “el enemigo del presidente de Estados Unidos es mi enemigo” y el segundo “que las empresas no paguen. Que se aumente o invente el cargo para usuarios o trabajadores”.

Bajo una sociedad brutalmente consumista, la televisión no entrega informativos, sino “show de noticias”. Un dramàtico ejemplo lo constituye el deporte. No entrega información acerca de tablas, goleadores, trayectoria de equipos deportivos o campañas de tenistas. Es más, ni siquiera se transmiten los goles, porque suelen existir derechos adquiridos.

Me parece dramático cómo el segmento de información deportiva se limita al seguimiento de las gracias de la guagua de Messi, el corte de pelo de “el Rey Arturo” o los perros de Alexis. También como noticias deportivas se engloban todo tipo de rankings, como las tenistas màs sexys, las celebraciones màs ridículas o los goles más tontos.

Hay prácticas que me parecen definitivamente demoledoras para el concepto tradicional del deporte. Suelen colocar un rock de fondo, sonido de aclamaciones tipo game y apurar y retroceder la cámara para hacerlo más divertido. El concepto es entretener, no informar.

Me parece dramatico que periodistas que debieran otorgarle un poquito de seriedad a una actividad que tiene noble origen hayan sucumbido a la maldición del rating. Pedro Carcuro, un hombre ya de edad y que debiera ser respetable, pierde toda dignidad hablando de Bielsa, elevado a la calidad de “salvador” en “Game of Thrones” (por si acaso, “Game of Throne” no es un equipo). El día anterior Palestino había jugado por la Copa Libertadores. Ni lo mencionó.

Chile tiene cinco canales nacionales de televisión. Cuatro privados y uno público. El problema es que el canal público: TVN, funciona bajo los mismos parámetros de los privados: el rating.

Es por eso que todos los canales emiten sus informativos prácticamente a la misma hora, con las mismas “noticias”, el mismo enfoque y los mismos entrevistados. Es casi ridículo ver un mismo personaje abrumado por los mismos profesionales, que luego correrán cuando aparece otro. Es decir. ni la más mínima posibilidad de un enfoque diferente.

El bloque internacional es idéntico en todos los canales. Habrá un señor de apariencia distinguida, anticomunista acérrimo, que partirá hablando de la crisis humanitaria en Venezuela atribuyendo todo a Maduro y nada al bloqueo estadounidense. Luego con otro enemigo de turno que ya no es el líder norcoreano. Desde que se hizo amigo de Trump ya no es tema. Ya no asesina a su familia. Pero siempre hay algún otro representante del mal. Para terminar con un desfile de modas en Nueva York o un niño rescatado de algún balcón chino. La noticia tierna.

Las notas policiales darán cuentas de algunos asaltos. Un locatario declarando que es la sexta vez que le roban. Tras eso una pasadita por alguna feria preguntando precios o presentando un producto que entra al mercado. El tiempo... y se acabó. Con eso podemos seguir existiendo felices.

Al otro día estas noticias volverán a ser retomadas, primero repitiéndola en los informativos de la mañana y luego comentándola en los matinales.

Hoy me puse a ver un rato el matinal de La Red (hoy es viernes 12 de abril de 2019). Se dieron sagradamente las dos premisas que yo postulé al principio de la nota. Comenzaron comentando la detención de Julian Assange, fundador de WikiLeaks. El comentarista era Libardo Buitrago, de conocida postura ultraderechista. Pero... ¿quién es Assange?: un enemigo de Estados Unidos. ¿Por qué? Porque a través de su página WikiLeaks, reveló miles de documentos norteamericanos donde quedaba demostrado que Estados Unidos no respetaba los derechos humanos en Guantánamo, que sus diplomásticos ponían sobrenombres y ridiculizaban a los gobernantes de los países europeos y una serie de hechos aberrantes que la potencia americana decía no ocurrían.

Es decir, estamos ante un periodista que devela los abusos de poder de una potencia ante pueblos más débiles. La lógica indica que nuestras simpatías debieran estar puestas en Assange. Ha hecho un glorioso acto de humanidad. Qué hace Estados Unidos... lo acusa de espía... obvio... que hacen los insultados... lo entregan.

Bueno. Somos débiles. No podemos contra una potencia como Estados Uidos. Assange se batió sólo y nosotro lo entregamos.

¿Cómo narra eso nuestra televisión? Coloca al más derechista de los “analistas” locales a comentar el tema. Buitrago plantea que se trataba de un personaje desagradable, que le caía mal a los mismos ecuatorianos de la embajada donde estaba asilado, que lo echaron a empujones, porque seguramente hasta olía mal. Todo el estudio le sigue el amén. Incluso intervienen los anfitriones con tallas despectivas que terminan en grotescas carcajadas. Un enemigo más de Estados Unidos ha sido estigmatizado por la televisión chilena.

Segunda etapa del matinal de La Red en comento: aparece el Ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg diciendo que el Gobierno está solucionando el problema de las salas cunas no sólo para algunas trabajadoras, sino para todas. ¡Todas tendrán sala cuna!. Luego de los aplausos que genera tal intervención. el Ministro explica la raíz del problema.

Señala que la actual legislación laboral obliga a las empresas que tengan 20 mujeres a tener una sala cuna. Por ese motivo, para evitarse el pago, las empresas contratan solo a 19 mujeres. Como una forma de evitar tal manipulación de los empresarios, el Gobierno ha tenido la genial idea de liberar a esos señores de tal gasto y traspasarlo a TODOS los trabajadores, por lo que se aplicará un nuevo cargo... pequeño a todos quienes laboran, para que los empresarios ya no sean quienes pagan las salas cunas y contraten más mujeres. Y además es una medida de igualdad de género, porque también tienen que pagar los hombres, que normalmente no crían a los hijos.

Todo este anuncio obviamente genera la emoción de las participantes del panel, que inmediatamente se convierten en promotora de la modificación.

De esta forma el canal está cumpliendo con el segundo enunciado “que las empresas no paguen. Que se aumente o invente el cargo para usuarios o trabajadores”

Debo hacer hincapié que en el Gobierno de Piñera todas las soluciones van por el mismo camino: que no paguen las empresas, que se aumente o se genere un cobro a trabajadores o usuarios. Ofrece mejorar las pensiones aumentando un 4 por ciento (posible 8) las cotizaciones de los trabajadores y sin tocar las utilidades de las AFP, Ofrece modernizar los medidores eléctricos, pero que estos equipos sean costeados por los usuarios y pasen a ser patrimonio de las empresas. En todas sus iniciativas se aprieta el cinturón de los pobres y se suelta el de los multimillonarios, llámese AFPs, Eléctricas o Empleadores que deben pagar Salas Cunas.

Bueno. Volviendo al matinal de La Red, el tercer tema fue un conflicto inmobliario en la comuna de Recoleta. Allí el alcalde es Daniel Jadue, militante comunista y una de las figuras con mayor proyección de esa colectividad. Aquí la simpatía de los panelistas obviamente estaba con los detractores del municipio. Se lanzaron duras descalificaciones, e incluso la palabra “criminal” fue utilizada en algún momento.

¿Cómo se puede clasificar esta actitud dentro de los dos enunciados originales. Va por el primero. Va por “el enemigo del presidente de Estados Unidos es mi enemigo”. En este caso el enemigo del Presidente no es una persona, es una ideología. El presidente de Estados Unidos es anticomunista por excelencia. La ideología del señor Jadue lo convierte en su enemigo.

Bueno. ¿Qué tiene que ver todo esto con la libertad de prensa? Más aún ¿que tiene que ver con que no haya libertad de prensa? Ahora explico.

Un purista me podrá decir que la libertad de prensa se funda en la libertad de crear y operar medios de comunicación y eso en Chile funciona perfectamente. En otras palabras que en Chile la libertad de prensa es absoluta. Ahora la libertad de expresión es la posibilidad de manifestar pensamientos mediante medios de comunicación sin ser objeto de represalias y persecuciones, ateniéndose obviamente a los marcos legales. Y eso tampoco está amenazado en Chile.

Entonces ¿por qué el 100 por ciento de la televisión pública chilena tiene una postura contraria al Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y favorable a quien está promoviendo abiertamente un golpe de Estado? Porque en una sociedad sana debiera haber cierto pluralismo. No en ese, sino en todos los temas.

Cuando una persona busca informarse, busca saber de todas las fuentes. De esa manera se puede hacer una visión global que también le permitirá expresarse. Ahora, si no tiene acceso a todas las fuentes... evidentemente estará siendo manipulada. Eso es lo que está ocurriendo ahora con la televisión chilena. No está siendo fuente de información, sino de manipulación.

Es irritante como en todos los canales en que uno busca información sobre Venezuela, se encuentra típicamente con cuatro panelistas, todos de la misma postura y hasta la moderadora suele intervenir buscando ridiculizar aún más la situación venezolana. Y es aquel elemento el que provoca más desconfianza: los insultos, el mal trato, el odio. Es evidente que Guaidós es un títere que quiere ser impuesto por los norteamericanos. Es evidente que la crisis económica de Venezuela está siendo provocada por el feroz embargo internacional que lidera Estados Unidos. Uno espera al menos encontrar algún atisbo de decencia periodística, pero es tan evidente el manejo tendencioso de la información.

Conozco los medios de comunicación porque he trabajado en ellos. Existen líneas editoriales que deben ser respetadas. Cuando a un periodista la ética no le da para más... tiene que irse. No hay otra opción. Y el trabajo no sobra. Menos aún cuando las líneas editoriales son idénticas. No hay un canal alternativo cuyas puertas ir a golpear.

En una dictadura militar –como la que hubo en Chile- los medios de diferente ideología están prohibidos. Si a pesar de la prohibición tú insistes en salir, te buscarán, te acallarán y tal vez te maten. Aquí pasó eso. Aquí mataron a periodistas de medios alternativos.

Pero entonces, ¿por qué en una democracia capitalista no vamos a poder fundar un canal nacional de televisión donde podamos entregar una visión distinta? Porque es económicamente imposible. No necesitan prohibirlo.

Todos los medios de comunicación chilenos son empresas que se ajustan a un concepto mercantil, no ético. Incluso los canales de Gobierno. El Gobierno no financia a sus propios medios, tienen que autofinanciarse y arrodillarse a las líneas editoriales que les impongan las empresas. Y todas las empresas tienen el mismo dogma: alineados con el movimiento bursátil mundial, que lidera Estados Unidos.

Un chileno común y corriente no tiene la más mínima opción de tener cobertura en la prensa cuando lo necesita. En Chile la libertad de prensa sólo puede ser ejercida por cinco entidades que tienen televisoras a nivel nacional (y una de ellas es el propio Estado) y por otras dos compañías, que son dueñas de todos los diarios. Y todos ellos tienen la misma premisa editorial: extrema derecha.

¿Cómo podemos superar esa situación? porque es una situación grave. Una situación que debe ser abordada. Técnicamente estamos bajo un proceso de manipulación mediática monstruoso, que nos va quitando la calidad de personas. Nos va desproveyendo de la información que necesitamos para ser los debidos actores de una sociedad realmente humana.

El primer paso es tomar conciencia de esa situación. Meditarla aunque no concuerde con algunos aspectos políticos o sociales que Ud. comparta. Una vez que se instale, que la gente comience a sentir que están siendo manipulados... ya se pensará como se hace. Yo escribí esta larguísima y aburrida nota tan sólo con el propósito de que lo sepa: EN CHILE NO EXISTE LIBERTAD DE PRENSA.