Diario Electrónico de Mejillones Fundado el 2 de noviembre del 2001 |
Jueves 17 de enero de 2019 |
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Buses “HUALPÉN”: cuando no existe la responsabilidad social
Wilfredo Santoro Cerda
Buses “Hualpén” es una empresa de Concepción que tiene millonarios contratos e intereses en Mejillones, casi 2 mil kilómetros al norte de su origen. A pesar que está generando lucrativas utilidades en esta comuna, no tiene oficinas ni contactos ni rostro visible. Es más, ni siquiera acoge las solicitudes de su Juzgado de Policía Local. Porque pareciera ser que a ellos no les interesa Mejillones, sus vecinos ni su municipio sino sólo las utilidades que genera operar aquí. El concepto de responsabilidad social con la comuna que les genera tales utilidades para ellos es palabra muerta.
Había escuchado estas inquietudes, pero nunca había reparado en ellas. Hasta que me afectaron a mí. Un bus de la empresa “Hualpén” chocó mi auto estacionado frente a mi casa, en avenida Andalicán y su conductor se dio a la fuga. El hecho aconteció el jueves 20 de diciembre cerca de las 20.30 horas, en un recorrido regular de “Hualpén”, que transportaba trabajadores. Aunque es indesmentible que es un bus "Hualpén", ellos no quisieron entregar información acerca de su mandante.
Pensé que el hecho de tratarse de una empresa que creí seria me dio cierta tranquilidad, hasta que tropecé con el primer problema: la empresa seria no tenía dirección ni presencia formal en Mejillones.
Tras una búsqueda institucional pude determinar que “Buses Hualpén Ltda.” Tenía el rut 84.794.200-2, tenía su casa matriz en Concepción, calle Arteaga Alemparte 8983 y su representante legal era un señor llamado Carlos Concha Belmar. Llamé a un número donde me dijeron que en Mejillones podía contactar a un señor Pedro Robles, que él me podría “ayudar”.
EN MEJILLONES
Lo que yo requerí del señor Robles fue que en su calidad de representante de “Hualpén” en Mejillones me entregara información acerca del minibús de color blanco con el logo “Hualpén” que el jueves 20 de diciembre cumplió recorrido con trabajadores y pasó a las 20.30 horas por avenida Andalicán. Me respondió que haría una investigación y que lo llamara a la semana siguiente.
Al llamarlo por segunda vez me respondió que no había ninguna máquina con evidencias de un choque. Le señalé que no le solicité eso sino que me diera información acerca de la máquina que hizo el recorrido ya descrito. Fue entonces que Robles molesto me calificó de “mentiroso”, me señaló que tenía “prohibición de la empresa de dar ese tipo de información” y me alentó a que “reclamara donde quisiera”. Ante eso me dirigí al Juzgado de Policía Local de la comuna de Mejillones el miércoles 9 de enero. Allí planteé que mi auto fue chocado por un minibús de la empresa “Hualpén”, que el chofer se dio a la fuga y que la empresa está encubriendo el ilícito al negarse a dar información.
El Magistrado, un respetable señor que lleva décadas resolviendo este tipo de conflicto me manifestó varias cosas que me parecieron alarmantes. La primera; que este tipo de hechos era frecuente y eran de muy difícil resolución. Que las empresas que tienen su casa matriz fuera de la región suelen evadir sus responsabilidades con los vecinos. Segundo, que un Juzgado de Policía Local tenía mucha demanda y poca posibilidad de investigar, por lo que en realidad la resolución de los casos quedaba muy sujeto a la información que pudiesen entregar los mismos afectados. La tercera cosa: que los choques de buses a vehículos particulares era frecuente en avenida Andalicán y en todas las calles que están dentro del recorrido de estos buses.
Como magistrado acostumbrado a impartir justicia, el Juez Troncoso realizó una acción de corte salomónico. “Ahora solicitaré yo lo que no le han contestado a Ud” dijo. En el curso de la audiencia redactó en su computador un correo dirigido a los representantes de la empresa (al cual obviamente no tuve acceso) y se manifestó convencido que recapacitarían. “Las empresas suelen tener completa acogida a las solicitudes de este tribunal” manifestó. Y concluyó la audiencia.
Bien. Probablemente “Hualpén” se está demorando un poquito en enviarle la positiva respuesta al señor Juez, porque nunca más supe nada de ellos. Ya asumí que estaba perdiendo el tiempo al buscar una reparación. Por eso he escrito esta nota, para manifestar mi impotencia ante la actitud de aquellos empresarios que de otras zonas vienen a lucrar en Mejillones, que ni siquiera se toman la molestia de instalar una oficina en la comuna donde operan, que perjudican a sus vecinos, que eluden y encubren sus daños y que ni siquiera respetan la solicitud de un juez local.