Diario Electrónico de Mejillones

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Jueves 12 de octubre de 2017

Cultura

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PLANTA DE LA SOCIEDAD CHILENA DE FERTLIZANTES elaboraba guano mediante un sistema mecanizado que incluía un andarivel desde el Morro de Mejillones. En las inmediaciones se hallaba el campamento.

 

 

 

 

Once importantes instituciones regionales dan el paso

 Piden declarar monumento nacional las Guaneras de Mejillones 

Wilfredo Santoro Cerda

Las guaneras motivaron que Chile declarara Mejillones como su frontera norte en 1842. El descubrimiento de otra inmensa veta en 1862 provocó el nacimiento del poblado. El guano rojo hizo que el Congreso boliviano autorizara la guerra de ese país contra Chile para recuperar Mejillones. Guerra que no fue. El guano obligó al primer tratado de límites con Bolivia en 1866, que fue modificado en 1874. En ninguno de ellos aparecía la palabra salitre. Sólo guano. Y por ese útimo tratado tres países fueron a la guerra. Desde las Guaneras de Mejillones salió el “Cangalla” Méndez a descubrir el fabuloso yacimiento de plata de “Caracoles”, que pobló el desierto...  y... ¿me creería Ud. que Mejillones no tiene ni un solo monumento nacional?

Parece increíble que toda la historia que rodea a las Guaneras de Mejillones se haya esfumado en la historia de Chile. Al extremo que ahora sean monumento nacional las guaneras de la Primera Región, como “Pabellón de Pica” y “Huanillos”. No tenemos la menor duda que lo merecen... pero no más que el sitio que generó la Guerra del Pacífico.

Vestigio de las instalaciones guaneras en el Morro de Mejillones. Este yacimiento fue descubierto por Juan López y se explotó intermitentemente desde 1862 a 1978.

 Toda la historia que rodea a las Guaneras de Mejillones es épica. La dictación de la “Ley del Guano”, promulgada el 31 de octubre de 1842 por el Presidente Manuel Bulnes, donde señala que “las guaneras ubicadas en la costa del desierto de Atacama” son de propiedad nacional.

De esta forma fija como frontera norte el paralelo 23, dejando claro que Mejillones es chileno. 

La Guerra del Pacífico no es otra cosa que la guerra por el Desierto de Atacama. Y el valor de ese despoblado lo dio el guano. El salitre no fue sino la chispa que encendió un conflicto que se venía arrastrando por décadas. 

Es por eso que el Consejo Patrimonial de Mejillones, entidad social, ha decidido realizar un acto de justicia histórica: declarar tal zona como monumento nacional. Para eso ha recurrido a 10 instituciones que tienen relación directa con este tema, todas las cuales han manifestado su buena voluntad. Siete han confirmado y tres están en proceso de estudio legal.

Los que ya patrocinan esta iniciativa son Municipalidad de Mejillones, Universidad de Antofagasta, Universidad Católica del Norte, Instituto Nacional de la Juventud Región Antofagasta, Fundación Cultural de Mejillones, Fundación para la sustentabilidad del Gaviotín Chico y Centro de Investigación Histórica “IsaacArce”. Entre lo que deben dar su respuesta en los próximos días están Armada de Chile, FACH y Museo Regional de Antofagasta. Las dos instituciones armadas han manifestado su mejor disposición.

 La entrega de la documentación al Consejo de Monumentos Nacionales se efectuará el 25 de octubre, en una ceremonia solemne. Esta se realizará en el Teatro Municipal de Mejillones a las 11 horas. Cabe señalar que dicho acto se enmarca en la celebración del “Día del Desierto de Atacama”, fecha instituida por el Consejo  Patrimonial en conmemoración de la promulgación de la Ley del Guano. Se trata de la tercera versión, ocasión en que se hace entrega de la Medalla “André Bresson”.

 Hay una serie de elementos que hacen increíble que hasta ahora nadie reparara en la importancia histórica de dicho lugar. Mencionaremos cuatro, entre muchas. La primera: el descubrimiento de las Guaneras de Mejillones estuvo a cargo de personajes señeros en el norte. El primero: Domingo Latrille, que descubrió guano blanco en 1841 y posteriormente: Juan López, descubridor de la inmensa veta de guano rojo que desató los tratados. Esto lo hizo antes de convertirse en el primer poblador de Antofagasta y hacerse mal conocido como “Chango” López. 

Segundo hecho relevante. En esos terrenos se halla el “cementerio de Grau”, lugar donde fueron sepultados los 33 caídos del “Huáscar”. Estos cuerpos fueron repatriados el año 1890 y actualmente se hallan en una cripta en Lima, pero el camposanto en Mejillones está prácticamente intacto. 

Tercer elemento: El libro más antiguo que hace referencia a Mejillones –y por defecto a Antofagasta, que nació después- se llama precisamente “Las huaneras de Mejillones” y fue publicado en 1863 por la firma “López, Torres y Garday”. Más aún, varias de sus páginas fueron escritas de puño y letra por el “Chango” López. 

Así lucía Mejillones en 1872. Se hallaba bajo administración boliviana y se puede apreciar la aduana interventora, que luce la bandera de Chile. Se trata de una ilustración en base a una foto tomada por André Bresson

Por último, el edificio más antiguo de Mejillones (y Antofagasta) es precisamente un edificio de las Guaneras de Mejillones. Se trata nada más y nada menos que de la Aduana interventora para el Tratado de medianería de 1866. Este fue construido en Mejillones en 1869, trasladado a Antofagasta en 1888 y actualmente es el Museo Regional. Ojo... este sí es monumento nacional... pero de Antofagasta... y no como testimonio de aquella memorable historia que formó el actual Chile: la gloriosa historia de las guaneras.